Aprendiendo en una escuela de verano inolvidable

 

Y es cierto eso que dicen: “elige un trabajo que te apasione y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”

Y cuando digo que es cierto hablo de mi experiencia como profesional, no solamente trabajando desde hace nueve años con el colectivo de niños/as, adolescentes con TEA, sino también de los momentos tan inolvidables y únicos vividos con ellos en la escuela de verano que hemos realizado durante casi todo el mes de Julio y en la que hemos puesto en marcha mucha ilusión, ganas, esfuerzo y trabajo, para que todos nuestros/as niños/as aprendieran y, sobre todo, disfrutaran de las actividades propuestas y adaptadas a cada una de sus “capacidades”, teniendo la oportunidad de conocerlos en otro contexto más natural del que estamos acostumbrados a observarlos a la hora de intervenir con ellos.

Sólo puedo decir que han sido 4 semanas EXTRAORDINARIAS, llenas de continuos logros por parte de estos campeones de primera y en las que nos hemos centrado, principalmente, no en el trabajo de contenidos académicos, si no en desarrollar y potenciar otro tipo de habilidades relacionadas con la autonomía personal, la interacción entre ellos, el bienestar emocional, y provocando situaciones en las que se tenía que trabajar de manera espontánea la comunicación y desarrollo del lenguaje.

Después de lo vivido con ellos y del desarrollo tan positivo, comentar a los papás, mamás y profesionales, que debemos de ser su apoyo incondicional y motivación continua siempre para que vayan consiguiendo pequeñas cosas que por muy insignificantes y fáciles que sean para nosotros, a ellos hay que enseñárselas de otra manera más funcional y adaptadas a cómo perciben y procesan la información del entorno, así como poner en marcha multitud de estrategias y recursos materiales  para que finalmente entiendan todo de manera adecuada.

“NO VALE RENDIRSE, TODOS LOS DÍAS HAY QUE INTENTARLO”, debemos de ser fuertes y constantes en el trabajo diario con ellos, como el tronco lo es para un árbol, que a pesar de las rachas de viento, tormentas…éste permanece siempre firme ante cualquier temporal, dando sus frutos con el tiempo, algunos de los cuales tardan en llegar pero finalmente lo hacen.

Sabemos lo complejo que es este trastorno, el trabajo y esfuerzo que supone, el tiempo y la dedicación que en ocasiones es difícil de compaginar, la lucha diaria…, por eso, papás, sois los grandes héroes de esta historia junto con ellos, “nuestros niños”;  pero es algo tan especial, tan gratificante, tan único… que os vamos a acompañar en este viaje, ya que así lo hemos elegido en nuestra profesión de por vida, porque sólo ellos tienen esa luz tan MÁGICA que tanto nos engancha.

Para nosotros son los pequeños maestros  de nuestras vidas que vienen a enseñarnos mucho más de lo que sabemos.

ISABEL CABRERA.

(Psicóloga Asociación autismo Juan Martos Pérez)